Con sus 73 años, dedica su vida al cuidado de los ancianos más vulnerables de la Comuna 10 en Neiva. La Fundación Casa de Paso Reverdecer de la Divina Misericordia inició en 1992, en 1998 Cristina se vinculó como servidora y asumió su liderazgo desde el 2001. Así, cada domingo 150 ancianos reciben desayuno, compañía, apoyo espiritual y emocional. Además, la fundación organiza celebraciones, entrega mercados, visita a los abuelitos y ofrece un ropero gratuito, con ello, busca devolver la esperanza y la dignidad a los más desprotegidos.