La falta de empleo y el trato inhumano que reciben las personas que se encuentran en la pobreza extrema fueron los principales motivos para que Luz Ángela buscara ayudar a las personas sin hogar, y fuera nombrada como “la madre de los habitantes de la calle”. Con la creación de la Fundación la mano de Dios, desde hace veinte años Luz Ángela, junto a sus amigos, salen a ayudar a los habitantes de las calles de Montería. Este proyecto beneficia a 300 personas, con la esperanza de que encuentren un camino fuera de los vicios, la delincuencia y la pobreza, así como ser identificados y que puedan hacer parte del Régimen Subsidiado del Sisbén.